Los acantilados Møns Klint son uno de los principales atractivos de la costa oriental de la isla danesa de Møn, en el Mar Báltico. Un impresionante monumento que la naturaleza comenzó hace 75 millones de años, cuando los movimientos de tierra comenzaron a empujar el fondo del mar hacia la superficie.

Tienen una longitud de 8km de largo y el punto más alto está a 128m sobre el mar, lo que nos da una idea de su magnitud. El color blanco de su roca caliza es lo que caracteriza el lugar, una roca llena de fósiles procedentes del mar, y que capa a capa fueron formando la pared rocosa.

Pero el lugar no es sólo bonito por los increíbles acantilados sobre el Mar Báltico, al otro lado se extiende un impresionante bosque con una exuberante vegetación, lo que ha hecho que sea visitado cada año por miles de turistas.

Existen caminos que permiten recorrer todo el acantilado de un extremo a otro por su parte alta, introduciéndose en el bosque en las zonas que debido a los desprendimientos no están accesibles. También se han habilitado escaleras y caminos que permiten bajar y disfrutar de algunas de las maravillosas playas de la zona.

A lo largo de los años se han producidos algunos desprendimientos, el último de ellos en 2007, pero a pesar de ello no se considera un lugar peligroso.

Más información | moensklint.dk