Creta, lo mejor de Grecia en el Mar Egeo
Creta es la isla más grande de Grecia por su superficie lo que hace que tenga más de 1000 km de costas. Ocupa la parte sur del Mar Egeo y se encuentra situada en el cruce de tres continentes: a 100 km de la punta sur del Peloponeso en Europa, a 175 km de las costas de Asia Menor y a 800 km de África del Norte.
Su relieve es montañoso, con cimas que superan los 2000 m. Entre las montañas se extienden llanuras de suelo fértil en la que crecen ricos cultivos. Su morfología cárstica ha dado nacimiento a numerosas cuevas y grutas, que han servido a lo largo de la historia como hábitat y lugar de culto.
Dentro de la historia de Creta hay que destacar la época Minoica (2600-1100 AC), una civilización excepcional que fue además una de las primeras en aparecer en Europa y con la que la isla llegó a su máximo esplendor.
Tras la caída de esta civilización, Creta se mantuvo más en la sombre durante las épocas clásica, helenística y romana. La historia de Creta continuará unida de forma más brillante en los siglos siguientes a bizantinos, árabes, venecianos y turcos hasta entrar en la Edad Moderna unida a Grecia.
Pero no todo es historia en Creta, ya que la isla también nos seduce por sus costas, sus playas y sus lugares de animación, lo que hace que se llene de turistas en los meses de verano.
Las ciudades más importantes de Creta son:
- Heraclión o Iraklión, capital y ciudad más grande de la isla. Con una amplia oferta hotelera puede servir como base para conocer los lugares que la rodean, como el yacimiento de Cnossos.
- La Canea o Chania, una ciudad con carácter antiguo y muy mediterráneo, siendo una de las más bellas de todas Grecia. Merece la pena perderse por las calles de los antiguos barrios que aún siguen en pie.
- Rethimnon o Réthymno, ciudad de gran importancia por encontrarse a medio camino entre Heraclión y La Canea. Tiene un centro histórico para perderse en el que destaca la Fortezza.
En cuanto al arte y las compras, los cretenses son famosos por su sentido artístico y la artesanía. Como por ejemplo el cuero, bordados, tapices o cerámica.
De la gastronomía destaca la miel, el queso, los pescados o la carne, preparados de distintas variedades. La comida suele acompañarse de vino puro cretense, del que pueden encontrarse variantes locales. El raki o tsikoudia, un tipo de aguardiente, es una bebida local muy típica.